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ODESSA

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Cobra Verde

Cobra Verde




“Cobra Verde” un film de Werner Herzog de 1987 con Klaus Kinski como actor protagonista. – Basada en una novela de Bruce Chatwin
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La pelicula trata sobre un bandido del Brasil, casi un miserable sin futuro, del siglo 18 o 19. Debido a una serie de azares, acaba siendo enviado por unos dueños de grandes plantaciones de azúcar a África para que reestableza el comercio de esclavos del Golfo de Guinea, interrumpido a causa de las presiones inglesas (ya antiesclavistas) y por desavenencias con los reyezuelos tribales de la región.
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La película no deja títere con cabeza; los terratenientes, los comerciantes y los africanos, señores y esclavos, quedan retratados como seres miserables y sin moral. Aquí no hay buenos ni malos, es el género humano en si el que es repulsivo. Ese es el espíritu de una película que dice comenzar desde esos extremos de la miseria en los que “el mal se convierte en un engaño”.
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Pero todo eso son cosas ya dichas, de un modo mucho mas detallado en otros sitios y por otros autores. Lo que mas llama la atención de esta película es el magnífico retrato que hace de lo que era la sociedad del áfrica tribal del Golfo de Guinea antes de que esta fuera colonizada por “el hombre blanco”. Una sociedad de Reyezuelos esclavistas y tiranos que devoran a sus propios subditos o que masacran aldeas enteras a causa de alguna superstición.
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Muchos progres de hoy en dia, en su fanático maniqueismo, ven el tema del esclavismo europeo y el de la colonización posterior como un gran crimen de los europeos, del “hombre blanco”. Esos lerdos que viven de y desde la imagen creen que lo que ahí sucedió fue que el “hombre blanco” atacó, esclavizó y martirizó a los pobrecitos negros. El cuento del blanco malo y poderoso contra el negro bueno y que vivia en paz en la naturaleza. Incluso los hay que nos hablan de grandes imperios, llenos de cultura y arte inigualable como el de Benin del periodo oba, signo y señal de lo que pudo haber sido el esplendor africano.
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La historia, pero, nos cuenta algo muy distinto, sobretodo del período esclavista. El imperio de Benin durante el período de los obas, el reino mas poderoso en el África Occidental del período precolonial, fue poco mas que una creación de los portugueses para lograr así un mas fluido trafico de esclavos. El sistema era sencillo: Se escogía una tribu o reino poderoso en la zona, se los armaba con armas de fuego obsoletas pero lo suficientemente mortíferas y, con esa superioridad armamentística sobre sus vecinos, esa tribu devenía imperio esclavizando a sus vecinos, los cuales servían de alimento, mano de obra o, lo mas habitual, como moneda de cambio para adquirir nuevas armas para expandir todavía mas los dominios, alimentándose así las ansias megalomaníacas del cacique de turno y, de paso, las bodegas de los barcos esclavistas generalmente portugueses.
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Estos imperios, normalmente efímeros y a la sombra de alguna potencia europea, lograban unas riquezas y un nivel de vida que permitía un florecimiento del arte y la cultura. Es por ello que el 99% de las obras de arte africano conservado son posteriores al siglo XVII.
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Todo esto es algo que en la película de Werner Herzog queda muy bien relatado en la forma por la que Klaus Kinski, el protagonista, en su modo de interactuar con los habitantes nativos y en la forma en que la película describe su sociedad.
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Los europeos no cometieron el “mal” en África, simplemente hicieron uso del mal. Y es que en realidad, en la dominación de África, los mayores tiranos fueron africanos. Igual que hoy en dia.
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Lo que sucedió en África con los esclavistas jamás hubiera podido suceder en una sociedad que no estuviera basada en la esclavitud. En África la carne humana ya tenía precio antes de la llegada de los europeos, ya fuera como alimento, como mano de obra o como objeto de placer.

H.P. Lovecraft. y Nueva York

H.P. Lovecraft. y Nueva York .
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“(...)La deslumbradora luz del sol me mostro solo escualidez y extrañeza, y la nociva elefantiasis de la piedra que trepa y se extende, hasta allá donde la luna había sugerido belleza y magia antigua; y las masas de gente que hormigueaban por las calles parecidas a cañadas estaban compuestas por macizos y atezados extraños de rostro endurecido y ojos pequeños, astutos, extraños, sin sueños y sin parentesco con los escenarios de su alrededor, que nunca podrían significar nada para un hombre de ojos azules de la antigua rarza, que llevaba el amor de los bellos campos verdes y de los blancos campanarios de los pueblos de la Nueva Inglaterra en su corazón.

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Así que, en lugar de los poemas en que había confiado, únicamente sentí un estremecedor vacío y una inefable soledad; y al fin comprendí una terrible verdad que nadie se había atrevido a susurran antes: el inmencionable secreto de los secretos, el hecho de que esta ciudad de piedra y estridor no es una perpetuación del Viejo Nueva York, como Londres lo es del Viejo Londres y París del Viejo París, sino que en realidad está muerta, con su yacente cuerpo imperfectamente embalsamado e infestado de extrañas cosas animadas que no tienen nada que ver con lo que fue cuando estuvo en vida.”

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HE (Él) – H.P. Lovecraft. 1925.

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En aquel tiempo, hace ya casi un siglo, tambien hubo voces discordantes con lo que se estaba haciendo en Estados Unidos. H.P. Lovecraft era de los que no podían soportar el “Melting Pot” (mezcla de razas) en el que se estaba convirtiendo una ciudad, Nueva York, que desde que fue fundada por hoandeses tres siglos antes, habia estado siempre habitada por gente de orígen mayoritariamente europeo.
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Hoy ya no quedan “rebeldes” que, como H P Lovecraft hizo en su momento, se rebelen y sufran porque el casco antiguo de Nueva York, el núcleo mas viejo y en el que se halla el verdadero espíritu de una ciudad, se vea asesinado por gentes extrañas y edificios grises, excesivos y sin vida. Todos aquellos que vieron aquella transformación como algo horrible en aquellos viejos barrios ya han callado, porque ya hace mucho que dejaron de existir. Hoy, aquel viejo Nueva York sencillamente ya no existe y si queda alguna mención a él, es exclusivamente a través de viejos gravados y fotos o de relatos como éste de H P Lovecraft. .


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Actualmente aquello a lo que se está asesinando ya no es el Viejo Nueva York, ya muerto, sino el Viejo Londres, el Viejo París o el Viejo Madrid, cuyos barrios populares están cada vez mas poblados por seres “sin parentesco con los escenarios de su alrededor” y de los que se apropian cada dia mas.

OLIMPÍADAS DE BERLÍN, 1936 HITLER Y JESSE OWENS.

OLIMPÍADAS DE BERLÍN, 1936 HITLER Y JESSE OWENS. Cualquiera que vea el filme Olympia de Reni Riefenstahl, verá que las imágenes en las que sale Jesse Owens no fueron censuradas ni manipuladas para esconder la victoria de dicho deportista. Todo ello a pesar de que ese mismo film fué y sigue siendo acusado de ser una mera apología a la ideología del nacionalsocialismo utilizando el espíritu de las Olimpiadas. Y quien crea (que los hay), que ese hecho se debe a una particularidad de una directora desafiante a la voluntad de los jerarcas y del mismísimo dirigente de la alemania de aquel tiempo, precisamente en un documental realizado por el Estado Nacionalsocialista (fué sufragado por el gobierno, organizador de los juegos), carece de cualquier tipo de sentido crítico.



Este es un artículo cuyo origen desconozco y que publicó JulianoApostata en:
http://foros.cantv.net/forum/forum_posts.asp?TID=17112&KW=julianoapostata




Una mentira de 50 años. La prensa "internacional" hace años que viene repitiendo que el excepcional atleta Jesse Owens, conquistador de 4 medallas de oro en las Olimpíadas de 1936 en Berlín; que habrían sido organizadas para mostrar al mundo la superioridad de la raza aria; habría desmoralizado ésta raza; Hitler no lo habría saludado por ser negro, y habría quedado tan irritado con sus victorias, que terminó abandonando el Estadio... Últimamente están sofisticando más el asunto y ya fue publicado que el Führer espumaba de rabia....



Una noticia de éste tipo tiene tres objetivos por lo menos, ya que nunca entraron en detalles sobre aquella olimpíada:

1. Racismo contra los negros.
2. Supone la idea de derrota y desmoralización alemana.
3. Quien espuma de rabia es loco.




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LOS HOMENAJEADOS PUBLICAMENTE POR HITLER

El rotativo "Correio do Povo" de Porto Alegre, en su reportaje del 5 de agosto de 1936, nos cuenta lo que sucedió en Berlín el día 2 de agosto de 1936, primer día de competiciones: "Hitler presenció parte de las pruebas en el estadio, se hizo presentar a los vencedores de las modalidades que acababa de presenciar desde la tribuna oficial. Felicitó personalmente a la Srta. Fleischer de Alemania, por su victoria en el lanzamiento de jabalina. El director deportivo, Von Tschammer Osten, presentóle también a las señoritas Kurgen, de Alemania, 2ª colocada, y Knasnievska de Polonia, la tercera colocada. Más tarde, Hitler saludaría personalmente a los tres finlandeses de los 10.000 metros; al alemán Woellke, vencedor de lanzamiento de peso, y los segundo y tercero respectivamente; el finlandés Baerlunde y el alemán Stoeck." (...) "Después de esto, y antes de retirarse del estadio, de acuerdo con la información del Sr. K. C. Duncan, secretario general de la Asociación Olímpica Británica, los miembros del C. O. I. (Comité Olímpico Internacional) solicitaron al Führer que se abstuviese de continuar saludando públicamente a los vencedores de cada prueba. [3] Esto sucedió en el momento en que CORNELIUS JOHNSON, (Y NO JESSE OWENS) atleta negro estadounidense, estaba siendo laureado con medalla de oro en salto de altura."


Ciertamente que después del pedido del C. O. I. no hubo más saludos en público por parte del Führer durante todo el resto de la Olimpíada, ni para los negros ni para los "arios".



LA PRIMERA MEDALLA DE ORO DE JESSE OWENS

En la prueba final de los 100 metros, venció Jesse Owens, como ya era esperado por el público que lo había visto batir el record mundial en las eliminatorias. El tiempo de la prueba final fue de 10.3 segundos, igualando el record olímpico. Al respecto, el "Correio do Povo" de 4/VIII/1936, publicó: "Después de triunfar en los 100 metros, Jesse Owens declaró a los reporteros: "Es difícil imaginar mi felicidad. Cuando corría, hubo un momento en que me pareció que tenía alas. Todo el estadio se mostraba tan animado, que me contagió y corrí con más alegría; pareciendo que había perdido el peso de mi cuerpo. El entusiasmo deportivo de los espectadores alemanes me impresionó profundamente, especialmente la caballeresca actitud del público. Pueden decir a todos que agradecemos la hospitalidad germana." Era su primera medalla de oro.


SALTO LARGO.

Su segunda medalla de oro fue conseguida en el salto largo, en disputa con el atleta alemán Lutz Long, que en la serie había igualado al fantástico atleta negro con 7,87 metros. Entonces, Owens en su último salto, alcanzó los 8,06 metros, un record que se mantendría mundialmente invicto por 24 años. Long, ansioso por superar la marca de Jesse, saltó por última vez, fracasando sin embargo. Hay que tener en cuenta el espíritu deportivo que existió en ésta olimpíada; pues después de la victoria, Jesse comentó que venció gracias a los consejos recibidos de su principal competidor, el "ario" Long, del cual fue amigo íntimo por muchos años.



TERCERA Y CUARTA MEDALLAS: HOMENAJE

Ya como ídolo del PUEBLO ALEMÁN, desde las eliminatorias, de los 100 metros, Jesse se prepara para su tercera medalla de oro, en los 200 metros llanos. Pese al mal tiempo, el estadio para 110.000 personas estaba lleno, como siempre, nadie quería perder él espectáculo. En las eliminatorias él ya había arrasado con el record mundial en 21,3 segundos. Desde la arrancada Jesse tomó la delantera y cruzó la llegada en 20,7 segundos mejorando su record olímpico y mundial. Hitler también presenció ésta prueba, para la cual los alemanes no pudieron clasificarse. Los alemanes habían preparado una ceremonia especial para Jesse Owens, en previsión de su victoria. Los tres vencedores, 1º, 2º y 3º colocados en ésta prueba se alinearon en una tribuna especialmente construida, adornada con ramos verdes y áureos, frente al palco oficial, donde, además del Führer, estaban los invitados de honor. Jesé estaba en el medio, ligeramente arriba del detentor de la medalla de plata, a su derecha, y del tercero colocado a su izquierda. Cuando los tres atletas levantaron la vista a la tribuna de honra, la banda de los organizadores de la Olimpíada, dirigida por el conde Henri de Baillet Latour, y una batería de trompetas, en la extremidad del estadio, comenzaron a tocar y toda la multitud se levantó. Tres lindas jóvenes en uniforme blanco, se encaminaron hasta los campeones y los coronaron con laureles. Jesse recibió también un tiesto con un pequeño roble. Los altoparlantes anunciaron los nombres de los atletas y la banda ejecutó el himno nacional estadounidense mientras los atletas permanecían en posición de firmes y los "arios" que desbordaban el estadio, con los brazos extendidos para adelante, hacían la conocida venia nacionalsocialista. Después del himno, la multitud se sentó de nuevo para ver las mozas en perfecta formación saliendo para un lado, mientras los vencedores saludaban el palco de Hitler y se retiraban. La cuarta y última medalla de oro, fue conquistada en relevos de 4 X 100 mts. en 39,8 segundos por el equipo americano que Jesse integraba, también estableciendo un nuevo record mundial. Tomado de Elbruz:


AUTÓGRAFOS.
El "Negro" era tan querido y popular para el pueblo alemán, que no tuvo, después de ta primera victoria, prácticamente más descanso, porque donde fuese tenía que dar autógrafos. Después de la victoria en los relevos, se vio obligado a cambiar de alojamiento para huir de la multitud de cazadores de autógrafos. (RACISTAS NUNCA HARÍAN ÉSO!) Millares esperaban en fila del lado de afuera, en la Casa Bautzen en la Villa Olímpica. Al principio, Jesse se sentía a gusto siendo tan popular, y de buen grado daba autógrafos a diestra y siniestra. Pero ya por el final de las competiciones, los músculos de su brazo derecho estaban quedando con calambres. Larry Snyder, su compañero de equipo tuvo miedo de que los calambres pudieran perjudicarle las piernas. Pidió la ayuda de Herb Fleming, otro negro con el cual era constantemente confundido. Jesse autorizó al otro atleta negro para firmar autógrafos en su nombre.



EXHIBICIÓN EN COLONIA.

Finalizadas las Olimpíadas, el Gobierno Alemán patrocinó la exhibición de Jesse y otros atletas americanos en la ciudad de Colonia (Köln). El "Correio do Povo" de Porto Alegre del día 12/VIII/36 publicó: "Jesse Owens durante una entrevista telefónica que mantuvo con la United Press, declaró hoy en Colonia que abandonará su viaje a través de Europa y que seguirá lo más pronto posible para los Estados Unidos, para estudiar diversas propuestas que recibió para ingresar en el profesionalismo."



MISTERIO.
Después de Colonia, la delegación americana fue invitada a Noruega y Suecia, sin embargo Jesse rehusó participar. No se consiguieron aún datos concretos sobre lo que ocurrió con él en éste período. La verdad es que él fue suspendido por la Asociación Atlética de los Estados Unidos, regresó a su patria, donde no fue recibido con banda de música, ni trompetas, ni homenajes; abandonó su curso universitario y firmó un contrato de- ¡director de conjunto musical! ¡Y nunca más compitió!!! Es muy raro todo éso, uno de los mayores atletas de todos los tiempos, héroe celebrado por los alemanes e ignorado por su patria al volver. ¿No habrá sido justamente por éso que la prensa internacional lo ignoró? ¿Habría caído en desgracia? ¿En algún tipo de trampa? Por indisciplina, al comienzo de las Olimpíadas, los dirigentes americanos retiraron de su delegación a los atletas Sam Stoller y Martín Glickman, los únicos judíos del equipo de pista y campo de los EEUU, que fueron substituidos por los negros Jesse Owens y Ralph Metcalfe en los relevos de 4 x 100. A partir de ahí predominó la tendencia de criticar al Comité Americano en la "Prensa Internacional", principalmente en los EE UU. Stoller y Glickman decían que hubieran podido también alcanzar el record mundial... La prensa decía que la no inclusión de los atletas había sido inoportuna; lo que desencadenó acusaciones de preconceptos raciales contra el equipo norteamericano, que duraron algunos años. Los amantes del deporte en los EE UU pudieron leer muchas más noticias sobre las hazañas de Eleanor Holm Jarret, nadadora de espaldas; la cual fue separada del equipo americano por no haber cumplido todos los entrenamientos previstos en el vapor que los conducía a Alemania. Cantante de Clubes Nocturnos y actriz de cine, Eleanor dijo haberse entrenado com champagne y caviar. Pues la prensa daba más atención a esa moza, de la que daba a los otros nadadores americanos que llevaron varias medallas. También se hablaba más de los dos boxeadores que fueron retirados y se olvidaron de los que realmente lucharon. Por lo tanto se deduce que la prensa "racista internacional" no aceptó el corte y substitución de atletas judíos por negros, ni el hecho de que sus victorias fuesen aclamadas por el pueblo alemán. También hay que mencionar que entre los atletas alemanes se encontraba la Srta. Helene Mayer, una judía, que ganó la medalla de plata en florete femenino y que recibió del Gobierno, plena ciudadanía alemana, lo que irritó a los sionistas. Ahora vamos a analizar los tres puntos anteriormente mencionados, que serían el objetivo de los falsos noticieros, que aparecen en la prensa mundial siempre que se habla de Olimpíadas, ya que las de Berlín fueron las últimas antes de la Segunda Guerra Mundial. ¿Racismo contra los negros? Ciertamente hubo, pero no fueron racistas los alemanes que festejaron y glorificaron las victorias de Jesse Owens transformándolo en ídolo. ¿Que el "Negro" desmoralizó la raza aria cuando ésta organizó las Olimpíadas para mostrar su superioridad? ¡No puedo creer que la prensa no sepa quienes vencieron en 1936, y sigan desparramando mentiras a lo largo de más de cincuenta años! Finalmente ¿porqué espumaría de rabia un Gobernante que venció una olimpíada brillantemente, con 89 medallas, numero idéntico al conquistado por los EE UU, Francia y Gran Bretaña, las tres mayores potencias de la época? Jesse Owens, en el hospital, de cáncer, antes de fallecer, dio la siguiente entrevista al Tampa Tribune del 01/IV/80, páginas 1 y 3-6: "Que Hitler no saludó ningún atleta más después del pedido del presidente del COI. Que llegando de vuelta a los EE UU como gran campeón, no recibió ningún apretón de mano del presidente Roosevelt. Al contrario de lo que ocurriera en Alemania, en su propia patria no le permitían sentarse en los asientos de adelante de los ómnibus, tenía que ir para la parte trasera, destinada a los negros. En las reparticiones públicas; debía entrar por la puerta del fondo y no podía vivir en donde le gustase. Joe Louis y él, fueron los primeros atletas negros de fama mundial. Pero no podían hacer propaganda de artículos deportivos en los EE UU. de América, pues los estados del sur boicotearían ésos productos. "Nosotros vivíamos en América bajo ésa discriminación", aseguró él.


EL CASO JOE LOUIS.
Nota adicional: Joe Louis el boxeador negro también tuvo tremendos problemas en EEUU, pese a haber colaborado en el ejército Norteamericano dando exibiciones y demas y de donar varios cientos de miles de dólares a la milicia de EEUU ¡¡¡¡los gringos le cobraron impuestos por este dinero que Louis donó a los EEUU!!!!... Joe Louis quedó endeudado por mucho tiempo y tuvo que pelear (ya cuando estaba viejo y retirado) y dejarse aporrear a fin de poder pagar, para que se vea como son los gringos: asesinos y dineristas

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La revista Signal

La revista Signal La revista signal fué la publicación del ejército alemán entre los años 1940 y 1945. Durante ése período de tiempo fueron publicados 112 números. Su difusión llegó a ser muy amplia, llegando a una tirada máxima de 2.500.000 ejemplares y a ser traducida a 27 lenguas distintas, siendo así la primera publicación de Europa en aquellos años.




Algunos artículos de esta revista (los dedicados a Europa) se pueden encontrar aquí:
Signal en filosofia.org

También se pueden conseguir ciertos números para coleccionistas en éste enlace:
Página de Carlos Díez